VI Congreso Nacional de Arboricultura y Bosques Urbanos
Los bosques urbanos y periurbanos en la búsqueda de ciudades sostenibles
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ACERCA DEL CONGRESO….
Los Congresos Nacionales de Arboricultura y Bosques Urbanos son el instrumento por el cual la Asociación Civil de Arboricultura convoca a los científicos, técnicos, estudiantes, productores y empresarios del país relacionados con la disciplina a exponer y discutir sus experiencias en un ámbito académico. Estos eventos propician la integración entre investigadores, profesionales y técnicos de diferentes disciplinas relacionadas con la agronomía, las ciencias forestales, la biología, el paisaje, el urbanismo, entre otras, y promueven el perfeccionamiento técnico, científico, metodológico, legal y de gestión del arbolado en nuestro país.
En la Asamblea Anual del año 2023 la Asociación Civil de Arboricultura, por votación general de todos sus socios activos, eligió entre varias ciudades de nuestro país a la Ciudad de Córdoba, propuesta por la Universidad Nacional de Córdoba, para realizar el VI Congreso Nacional de Arboricultura y Bosques Urbanos (VI CoNAyBU).
OBJETIVOS DEL CONGRESO
El Congreso tendrá como OBJETIVOS: 1. Poner en valor el rol del bosque urbano y periurbano en el desarrollo sostenible de las ciudades y en la mitigación del cambio climático y 2. Exponer nuevos conocimientos y tecnologías; intercambiar ideas y experiencias y reflexionar sobre los bosques urbanos y periurbanos y su relevancia cada vez mayor en la vida de los ciudadanos.
IMPORTANCIA DE LA ARBORICULTURA Y LOS BOSQUES URBANOS
La población urbana mundial aumentó de 746 millones de personas en 1950 a 4 000 millones en 2015 (más de cinco veces su cantidad), y se prevé que este crecimiento continuará en las próximas décadas.
En la mayoría de los países menos desarrollados, la urbanización se ha traducido esencialmente en una expansión urbana no planificada, acompañada de pautas de producción y consumo no sostenibles, que conducen, a su vez, a la sobreexplotación de los recursos naturales en las áreas urbanas y sus alrededores. En el contexto socio-político actual, se reducen o desaparecen espacios geográficos públicos, se incrementa la superficie edificada en detrimento del área verde provocando deterioro ambiental y pérdida de la calidad del hábitat urbano. Como consecuencia, las ciudades se han vuelto más vulnerables a los desastres naturales y a los efectos del cambio climático.
Los bosques urbanos y periurbanos —definidos como «redes o sistemas que comprenden todos los montes, grupos de árboles y árboles individuales ubicados en las zonas urbanas y sus alrededores» (FAO, 2016)— pueden hacer valiosos aportes a la calidad de vida de estas comunidades, ya sea desde el punto de vista ambiental como socio- económico y espiritual.
El arbolado constituye un elemento estructurador del paisaje urbano, contribuyendo con la organización espacial de la ciudad y con su identidad. Ejerce, además, efectos positivos sobre las condiciones ambientales regulando las temperaturas extremas y proveyendo sombra y reparo. De esta manera, las superficies con sombra pueden ser 11 a 25 °C más frescas que las que carecen de sombra. Los bosques urbanos y periurbanos pueden, así, reducir el efecto de «isla de calor» al proporcionar sombra, reducir el albedo urbano y enfriar a través de la evapotranspiración.
Además, ayudan a mitigar el cambio climático al captar y almacenar directamente el dióxido de carbono atmosférico. Indirectamente, disminuyen las emisiones de carbono al reducir la necesidad de aire acondicionado y calefacción y, por ende, reducen las emisiones de las plantas de energía. Los bosques urbanos son refugio de flora y fauna, atenúan y filtran los vientos, reducen la resonancia de los ruidos, modifican las condiciones de luminosidad y purifican la atmósfera por la captación de partículas de polvo y contaminantes, infiltran agua y recargan acuíferos. La escorrentía de aguas pluviales, además, puede reducirse mediante la evaporación de las precipitaciones interceptadas por las copas de los árboles y a través de la transpiración.
Al decir de la Ing Marcela Ledesma (2008): “El árbol tiene … un alto valor simbólico: es el arquetipo de la naturaleza; su mejor expresión. Ha estado presente en las manifestaciones culturales de los pueblos del mundo de todos los tiempos, asociado a valores y creencias, vinculado a hechos históricos y evocado en mitos y leyendas, en la literatura y en las artes plásticas. La belleza de los árboles, su magnificencia, su capacidad para alcanzar dimensiones temporales y espaciales imposibles para el hombre, nos provocan admiración y afecto. El contacto con la naturaleza relaja nuestro sistema nervioso y nos ayuda a reducir el stress de la vida urbana, permitiendo mayor bienestar físico y psíquico…… Así, el arbolado ….. permite que se desarrolle y potencie la vida social en el espacio urbano. La calidad y cantidad del espacio público es uno de los mejores indicadores de la calidad del hábitat, del nivel de funcionalidad de la estructura urbana y del nivel de vida de las comunidades”. Por ello, los espacios verdes y en particular los árboles, forman parte del patrimonio biológico, histórico, social y cultural de una ciudad, y contribuyen a la satisfacción de las necesidades recreativas y ambientales de la sociedad. Más aun, en la Nueva Agenda Urbana (UN 2016), los espacios verdes ya no se ven simplemente como características estéticas de los paisajes, sino como impulsores del desarrollo socioeconómico.
¿POR QUÉ EN LA CIUDAD DE CÓRDOBA, ARGENTINA?
Córdoba, la segunda ciudad del país en número de habitantes, cuenta con espacios verdes tradicionales, de gran importancia, emblemáticos y reconocidos a nivel nacional, como La Cañada, la Costanera del Río Suquía y el Parque Sarmiento (entre otros), a los que se suman bosques urbanos de diseño y acondicionamiento más reciente. Es una ciudad con una fuerte impronta académica, científica y cultural, que alberga la segunda universidad más antigua de América (funcionando desde su fundación en 1613) y otras universidades públicas y privadas. Posee, además, una pujante actividad productiva, industrial, comercial y turística.
La Universidad Nacional de Córdoba, orgullosa sede del VI Congreso Nacional de Arboricultura y Bosques Urbanos
El origen de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) se remonta al primer cuarto del siglo XVII, cuando los jesuitas abrieron el Colegio Máximo, donde sus alumnos –en particular, los religiosos de esa orden– recibían clases de filosofía y teología. Bajo el impulso del Obispo Juan Fernando de Trejo y Sanabria, en 1613, se iniciaron los Estudios Superiores en el Colegio Máximo de Córdoba. Con el nacimiento de la Universidad Nacional de Córdoba, familiarmente llamada Casa de Trejo, comenzó la historia de la educación superior en la República Argentina.
La UNC cuenta con 15 facultades; dos colegios secundarios; 145 centros e institutos de investigación; 25 bibliotecas; 20 museos; un laboratorio de hemoderivados; dos hospitales; un banco de sangre; dos observatorios astronómicos; una reserva natural, dos incubadoras de empresas y un multimedio de comunicación compuesto por dos canales de televisión, dos radios (AM y FM) y un portal de noticias.
La UNC tiene, actualmente, 180 mil estudiantes, aproximadamente. Ocupa una superficie de 1167 ha, de las cuales 137 ha se encuentran en la ciudad de Córdoba y el resto en el interior de la provincia de Córdoba. Posee una superficie cubierta propia de 411.000 m2.
El VI CoNAyBU se desarrollará en la Ciudad Universitaria de la UNC. Con más de 120 ha, la Ciudad Universitaria es un parque urbano, entendido como un espacio ecológico en el cual tienen lugar procesos naturales que inciden en forma directa en la calidad de vida ambiental de quienes lo habitan y transitan. Inmersa en la traza urbana de la ciudad, su biodiversidad promueve la reducción de contaminantes atmosféricos, facilita la amortiguación de la contaminación sonora y actúa como emisor de oxígeno.
A su vez contribuye con la disminución de la temperatura, dado que absorbe calor y energía. La vegetación provee de refugios para aves y los suelos no compactos favorecen la infiltración de agua en el suelo y reduce riesgos de inundaciones en la ciudad
Es un espacio óptimo para la educación ambiental, a la vez que permite las reuniones educativas y sociales con conexión con la naturaleza y alejado de lo inerte. Los edificios integrados con los entornos naturales permiten desarrollar las tareas laborales en un contexto amigable.
La Facultad de Ciencias Agropecuarias (FCA) se creó el 21 de marzo de 1966 con la denominación de Instituto de Ciencias Agronómicas.
En relación con la temática del Congreso, la FCA cuenta, actualmente, con dos carreras de pregrado: las Tecnicaturas Universitarias en Jardinería y Floricultura y en Diseño del Paisaje; dos carreras de grado: Ingeniería Agronómica y Licenciatura en Diseño del Paisaje, y varias carreras de posgrado (especializaciones, maestrías y doctorados).
Creemos que el VI CoNAyBU será el ámbito propicio para que los estudiantes y docentes de estas carreras, y de carreras afines de todo el país y del exterior, puedan exponer nuevos conocimientos y tecnologías, intercambiar ideas y experiencias, y reflexionar sobre los bosques urbanos y periurbanos y su relevancia cada vez mayor en la vida de los ciudadanos. La convocatoria es en el flamante Auditorio de la Reforma.
Nuestro espacio
Bosque urbano
Bosque Urbano.
Ciudad Universitaria.
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